Los dos caen rendidos en las sábanas, agotados después del único polvo de esa madrugada.
Aldo estaba fascinado, no estaba con Giuliana desde hace más de 1 año, y por casualidad del destino, devolvió la llamada que lo llevaría a su cuarto esa noche, charlaron un momento, ambos al principio se mostraron reservados, pero sabían muy bien cómo iba acabar.
Al principio dudo, claro era la chica que lo había bloqueado de todas las redes, después de todos los problemas que pasaron, 100 % era culpa de Aldo por no formalizar la relación. Aun así, Aldo no la había olvidado en todo este tiempo.
¿Que habrá sido de ella?, Se que estuvo con un tipo que conocía – Se preguntaba Aldo, mientras la escuchaba al otro lado de la línea, quejándose por el trabajo, el cual acababa de dejar.
Claro como es que no lo iba a saber si Jean le había mandado un audio amenazándolo de no volver a hablarle.
- Y pensar que ese gil era mi amigo.
Hace unos meses Aldo, en uno de esos momentos de añoranza que le pasaba continuamente, se animo a escribirle, se invento cualquier excusa y le mando un mensaje por el Messenger. El plan no pudo resultar peor, Giuliana lo choteó en one, y peor aún, su gil le mando un audio amenazándolo si le volvía a hablar.
Aldo como buen escorpio, tenía una venganza bien pensada, en su época con Giuliana había grabado una serie de videos sexuales, en un arrebato de irá tras escuchar ese audio, Aldo pensó en enviárselo y darle su regalo anticipado de navidad. Pero se contuvo, sabía que hubiese empeorado las cosas. Aunque conociendo a Jean y lo sensible que era sabía que lo hubiese mandado al psicólogo de por vida. Lo peor es que al poco tiempo Giu le termino.
Pero a que se debía este reencuentro, cuál era la ocasión.
Giu le decía a Aldo que regresaba a Huacho, se había cansado de Lima, nunca estuvo del todo cómoda, no fue feliz, pero sí tuvo momentos felices.
- Pero te acabo de recuperar - le dice Aldo
- No, solo quería verte, conversar contigo una última vez.
- No Giu, no puede ser la última, sé que sentiste lo mismo que yo sentí el día de hoy.
Esta sensación de abandono que abarcaba a Aldo, era la que lo había acompañado desde que ingresó a la universidad.
Aldo perdió a su abuela cuando ingreso a la U. de Lima, su confidente, la única abuela que había tenido, vivían juntos y el la amaba, ella siempre velo por él. Al ser hijo único no tenía mucho contacto con chicos de su edad en su hogar y viviendo en un vecindario no tan agradable, no tuvo muchos amigos. Por lo que, se la pasaba jugando en la computadora todo el día.
Esto se intensifico en la universidad al momento de terminar con Cathi. La chica con la que estuvo tres años, la que hasta la fecha sería su más larga duración, pero no la más seria.
Aldo sacaba los pies del plato sin tener en cuenta las consecuencias de esto, pensaba que tenía a Cathi en la palma de su mano, lo cual era verdad al principio, pero debido a los constantes conflictos en los que se enfrascaban, poco a poco ella dejo de verlo como ese chico que se animó a hablarle, cuando nadie lo hacía. Y empezó a detestarlo, lo veía como una molestia de la cual no podía alejarse. Aldo con Cathi había encontrado todo lo que un hombre puede desear, una mujer honesta, fiel, de una muy buena familia y unos posibles suegros que lo querían bastante.
Es por esta razón que ni bien Aldo entró a trabajar a la Municipalidad de Lima le consiguió un trabajo como su asistente. AL principio todo fue bien, sin embargo, a los pocos meses ya con la relación estancada, ella lo engaño y lo hizo con el otro asistente de Aldo. Lo cual fue imperdonable para él.
Si me lo permite el narrador, debo indicar que está actitud ha sido la más sinvergüenza que he tenido en mi vida, yo lo hacía constantemente, pero ni bien la pesque in fraganti, mi instinto machista salió a relucir.
A partir de este punto es que Aldo entra en un punto de no retorno, pasa de chica en chica sin pena ni gloria, bar en bar, celular en celular, debido a que siempre le robaban, en 2021 tuvo 7 celulares y en el 2022 3 iPhone. La historia se repetía, es más sus amigos más cercanos fueron yéndose, Ceas y Androw ya no se encontraban, ambos en situaciones similares, una gresca en una borrachera, comportamiento que iba a ser una constante en los próximos diez años en la vida de Aldo.
Todo parecía cuesta abajo, los trabajos no lo satisfacían, no económicamente, sino que Aldo jamás quiso trabajar para una empresa, el sueño de él y Ceas siempre fue ser jugadores de póker, las carreras que eligieron solo fueron en caso no funcionase el plan A. Cathi fue la única chica que lo respaldó, y por supuesto Ceas su entrañable amigo.
Ceas tuvo éxito en lograr su sueño y encontrar a una gran compañía en Kimberly. Aldo, por el contrario, no tuvo los huevos para seguirle los pasos, cada vez que perdía su caja jugando decía que renunciaría al sueño, esta frustración lo llevo a nunca estar contento en los trabajos que tenía, no estaba satisfecho con quién era, y ese enojo siempre salía a relucir en sus relaciones no fructíferas, las mujeres no le duraban más que unos meses, entre 2014 y 2022 nunca repitió una pareja en las reuniones por su cumpleaños. Era increíble la facilidad con la que cambiaba de mujer cada vez que se reunía con sus amigos. Es más, para los matrimonios nunca le daban un parte para dos, debido al miedo que tenía de que se aparezca con una chica cualquiera.
Los Supermejoresamigos, como se hacían llamar sus amistades más cercanas Pedro, Alejo, chino, Jean Paul. Tenían un tipo de amuleto de la suerte, siempre uno tenía que estar sin pareja para que los demás puedan ser felices, nunca hasta el 2022 le toco a Aldo, nunca estaba solo, terminaba con alguien y empezaba otra relación al instante, no sabía cómo estarlo, no le gustaba. Este comportamiento se lo adjudicaba a ser hijo único,, una excusa que siempre usaría para no aceptar que tenía un problema que solucionar. Su forma de lidiar con este sentir fue refugiarse en las mujeres y en la bebida dos constantes en su vida.
En 2021 conocería a Giuliana, persona la cual al principio no le prestó atención. Ella recuerda haber llegado a trabajar a la misma oficina del banco donde laboraba Aldo, en Navarrete, justo cuando este se encontraba de vacaciones. Una oficina que se caracterizaba por su poco personal masculino y donde Aldo se encontraba en su mejor momento como ejecutivo personal, las chicas lo estimaban mucho, y hasta ese momento Aldo no había pecado en meterse con alguna de ellas. Todo esto cambio con el arribo de Giuliana.
Es un cague de risa el tilino, seguro te va a caer bien es un pillin, pero chévere– le decía Yessenia a Giu
¿Ah sí?, bueno veremos. – contestaba Giu, restándole importancia al asunto
Cuando Giuliana lo vio por primera vez expresó
“Tanta huevada pa eso?” Aldo solo atino a preguntar su nombre.
Aldo no había salido con una chica de su mismo signo, el creía mucho en esas cosas y conociéndose, pensaba que chocar con una persona como él sería lo peor q le podría pasar.
Con Giuliana la cosa no se dio hasta después de unos meses, ella estaba en una relación con un chico con el que estaba conviviendo, ya llevaban un buen tiempo juntos y no pensaban en separarse...al principio. Fue por eso justamente, que Giuliana y Aldo formaron un equipazo en el ámbito laboral.
Aldo tenía una fijación por las chicas que tuviesen un plus en una habilidad social, en el caso de Giu, era el poder de persuadir a los clientes para que accedan a llevarse un producto del banco y era esto lo que más avivaba a Aldo. Eran la envidia de la oficina, esto llevo a que pasen más tiempo juntos y a pesar de los comentarios ellos se trataban con respeto, respeto y risas muchas risas, que luego fueron carcajadas, y más adelante sentimientos.
Ya llevaban un par de meses juntos chambeando, cuando Giu empezó a tener problemas con su pareja, y tras hacerse íntima de Aldo le conto lo que sucedía, al principio Aldo era recio a emitir algún comentario, sentía que estaba entrando a un terreno que no le correspondía, no se sentía a gusto emitiendo comentarios de un hombre que no sea él.
Sin embargo, un día Giu le conto todo a Aldo, era presa de violencia física y psicológica, algo que irritó y lamento Aldo, por no haber intervenido antes. Unos días más tarde, ella se mudaría a un cuarto sola.
Una vez soltera, Aldo no pudo contener más las ganas que le tenía, prácticamente la desvestía con la mirada cada vez que Giu se acercaba a su sitio con un nuevo cliente, con esos tacos altos y esa caminada de modelo, tan natural en ella. En su ciudad natal Giu había participado en concursos de belleza, por lo que se le daba natural caminar de una manera sensual.
- Ya no aguanto ptmr - decía Aldo
- Que te pasa mano cuéntame- le decía Orlando un amigo del banco.
- Le tengo demasiadas ganas a Giuliana
- Sas pendejo webas!!! serial?
- Serio weon tiene unas patasas me vuelve loco cada vez q camina hacia a mi quiero darle vuelta como pollo a la brasa -
- No mano, de ahí t vas a meter en líos-
-Mano mi vida es un lío, esto no va a ser más que otro capítulo.
- Pucha yo se lo q t digo aguanta un toque ella es rotativa, se va a quitar en un tiempo y ya te vas a olvidar.
- Nada mano tengo q hacer algo, ya se me ocurrirá.
Giu le compartía por las noches sus penas a Aldo con respecto a su relación tan miserable con su ex. Cuando empezaron a hablar, ella siempre le contaba feliz sobre su convivencia, sus sueños juntos. Pero poco a poco, su relación fue cambiando, la madre de su pareja mostró su verdadera cara y a pesar de lo evidentemente violento que era su hijo, lo defendía a capa y espada. Al final Giu termino yéndose.
- (suena el celular) - Es un mensaje de Giu
- Estoy adentro del comedor sola.
Aldo no lo pensó dos veces, sabía lo que ese mensaje significaba, entro al comedor y le metió un chape con fuerza y se fue.
Eso le movió el piso a Giu, si había alguna duda de lo que ambos querían, ese primer beso intenso como será toda su relación, despejo cualquier vacilación. Todo lo que había pasado con terceras personas antes que los escorpiones se encontrasen, había quedado en el olvido.
Las conversas por wzp cada vez eran más intensas, Aldo percibía que Giu se encontraba cediendo de una u otra forma, en una de esas conversas se pusieron bien calentones, típico de una noche solitaria desde sus camas tan alejadas.
- Mandame una foto de tu pito
- Que?
- Ya me oíste
- Tmr pero de ahí me mandas tu ok?
- Esta bien
- (Q rico culo ptmr)- pensó Aldo
- T gusto? - Dijo Giu
- Me encanto y lo sabes, no sabes las ganas que tengo d reventarte y unirnos en un concierto de gemidos y alaridos, que nos toquen la puerta por lo bulleros que somos.
- Mira Aldo ahorita no estoy para una relación acabo de salir de una pero no voy a ocultar q hay un gusto al menos.
- Entiendo eso, sabes q es recíproco, sabes q t deseo, si no deseas que mezcle sentimientos está bien.
- Entonces mañana al salir de la oficina
-Si mañana t veo en Risso.
- ok que descanses.
Aldo estaba ansioso como nunca, deseaba demasiado a Giu ha estado atrás de ella desde ese primer beso. Ambos al ser de un signo sexual, sabían que necesitaban desfogar sus instintos el uno con el otro, esa tensión se sentía en el trabajo, se percibía, aunque ellos jamás lo admitieron. Después del primer polvo, donde ambos estaban nerviosos, pero con ganas ya nada sería igual, se necesitaban, era una relación que sin serlo se sentía como una.